Que tonto es el poeta

 - x__der.morgen.danach__x@hotmail.com
Qué tonto es el poeta
que escribió poesía
perdiendo el tiempo breve
en tristes agonías
que el corazón flagelan
con la inhóspita rima.
Qué tonto es el poeta
que en vez de hacer estudio
de los grandes misterios
que abundan en el mundo
se limita al recuerdo
del amor que no tuvo.
Qué tonto es el poeta
que escribe sin paüsa
sabiendo que no existe
el amor de su musa
cuando en el mundo hay tantas…
¡qué mujeres son muchas!
Qué tonto es el poeta
que espera, siempre espera
durante largos años
una luz, una seña
que le diga por fin:
corre, corre a por ella.
Qué tonto es el poeta
que aun sintiéndose solo
rehuye del contacto
de amigos, padres y otros
alegando que aquella
es su universo todo.
Qué tonto es el poeta
y que tonto soy yo
que escribo los cristales
rotos del corazón
en vez de amar la vida
ocasión a ocasión.

Tu amor

Ivanka - arcticpenguin

Tu amor es opresor, dictatorial,
tu amor es asfixiante en tu regazo,
tu amor es la ponzoña del puñal,
tu amor es el terrible no de un mazo.
Tu amor es un anhelo sin final,
tu amor es todo un mundo en un abrazo,
tu amor es el cariño universal
que da a mi vida luz con su chispazo.
Tu amor desgarra el mundo en el que vivo,
y con su vida llena el universo.
Es el que tira y suelta del estribo.
Tu amor es todo y nada, sucio y terso,
blanco y negro. Tu amor pierdo y recibo.
Amor que llora y ríe el fin del verso.

Iraultza Askerria

Avellana

Photo - {author}
Quiero pelarte como a una avellana, quitarte el sobrante de tu cuerpo y dejarte desnuda y pura, ante mi ávida mirada. Recorrer tu afrutada piel con la lengua, prodigando entre sus lunares y recovecos el claro color de la saliva. Como a una avellana seca, quiero abrirte con los dedos, lentamente, ayudándome de la boca para infundirte aliento. En esa humedad que te transmito, me deslizaré por tu diámetro desvestido hasta encontrar la punta rosa y extendida ante mí. Besaré y embriagaré tu cáscara fibrosa, haciendo madurar la sensación, haciendo que acreciente la pasión, haciéndote enloquecer en el inmenso placer de quererte.

Iraultza Askerria

Aprender

Photo - {author}Insulsos fueron los besos que di a otras mujeres cuando los tuyos aguardaban a la vuelta del destino. Cuánto tiempo malgastado intentando conquistar a falsas damas cuya belleza apenas te alcanzaba el tobillo. No hablemos del carácter o la inteligencia.

Ahora que tú existes el amor antiguo se convierte en un ronco recuerdo desapasionado, indiferente, de aire evaporado, de caricias yermas. ¿Por qué arrugué mis labios en bocas hinchadas de gasolina? ¿Por qué recogí entre mis brazos cofres que carecían de tesoros? ¿Por qué pinté versos en pieles oxidadas y teñidas de fracaso?

Tú estabas ahí, expectante, silenciosa, ineludible e inagotable. Pronto acudiría mi corazón a tu pecho, y solo entonces comprendería lo que era una boca, un tesoro, un verso. Tú me enseñaste a amar y, aún más, a ser amado. Con las demás no aprendí nada. Contigo todo el conocimiento del universo quedó a mis pies.

Iraultza Askerria

Sobre el amor, el desamor y algo más

Pasión incontinente,
señor que al cuerpo débil da calor.
Locura de la mente,
un rostro sonrïente de color.
¡Todo eso es el amor!
Pesar, cuchillo hiriente,
veneno cual resaca de licor.
Castigo tan ardiente
que el alma sufre y grita de dolor.
¡Todo eso el desamor!
El beso que se siente,
suspiro que la llama consumió.
Sonrisa que no miente,
amor que con los años se apagó.
¿Qué somos tú y yo?

Iraultza Askerria

Luciérnaga de verde esperanza

luciernaga - {author}Luciérnaga de la noche. Te veo brillar en la oscuridad. Luz de esmeralda, verde esperanza. Aleteo en forma de susurro que agita los latidos de mi corazón dormido. Resplandeciente luciérnaga velando mis sueños.

En la distancia revoloteas como un ave infinita. Mandas tu aliento minúsculo hasta mis oídos encendidos. Arrastras una tibia brisa hasta mis labios. Me besas entonces. Y entre tanto, no dejas de iluminarme la vida, con tu color de esperanza.

Verde luciérnaga, verde amor. Dirección del ocaso. Por las tinieblas del mundo me apoyo en tu guía para seguir hacia el frente. Destello que, al sentirlo, me alegra el alma. Luciérnaga mía, cómo vivir una noche sin sentir tu calor, tu color, tu celo, tu ciclo de vida.

Ven a mí, luciérnaga verde, que en la ilusión de vivir marcas mi esperanza.

Iraultza Askerria

Pese a la distancia

Separados: El beso (II) - Antonio Morales GarcíaPese a que vives en la frontera inalcanzable, te siento tan cerca de mí como esta mano mía. Pareces revolotear cual mariposa en mi suspiro de fuego y siento las alas de tu espíritu batirse en caricias sobre mi espalda.

Pese a que vives en un mundo aparte, oigo el pájaro de tu voz melindrosa. Parece un trino de ruiseñor acompasado que se transmite entre flor y flor como la miel de las abejas, mientras la brisa se acongoja ante la algodonosa suavidad de tu timbre.

Pese a que vives en la lejanía de los cielos, veo tu sonrisa en los amaneceres sonrosados. Parece un crepúsculo dilatándose en el firmamento, que guarda en su interior dientes de nácar junto a rúbea profundidad de ensueño.

Pese a que vives en el mundo de los muertos, sigo sintiéndote y oyéndote y viéndote en la eternidad de los recuerdos. Como si estuvieras junto a mí, como si me hablases, como si me mirares. Siempre enamorados y amantes en un mundo dividido por la vida y la muerte.

Iraultza Askerria

No importa dónde ni cuándo

Photo - {author}Allí vas, joven y perpetua. Te ríes, tomas un sorbo, bailas, vuelves a reír. Y yo, aunque no me veas, te observo maravillado desde la barra, acariciando con los ojos tus hombros desnudos mientras ardo en deseos de hacerte el amor.

No importa dónde ni cuándo, si en una discoteca o en la mismísima calle, si ayer o mañana. Pero ardo en deseos de hacerte el amor.

Subes a lo alto de la metrópoli ancestral. Estás cansada, hace calor. Pero da igual. Tu camiseta de tirantes arrastra lejos el calor de tu carne tibia. El aire de las alturas te oxigena el alma mientras el sol te renueva las energías. Desde allí, te asomas a la barandilla escrutando la diminuta ciudad sin saber que desde allí abajo te espío yo… para admirarte otro día más. Y mientras te admiro ardo en deseos de hacerte el amor.

No importa dónde ni cuándo, si en un parque infantil o en la cima del Everest, si ahora mismo o dentro de quince años. Pero ardo en deseos de hacerte el amor.

Navegando por un río más vasto que la imaginación de un poeta, tomas el sol entre las velas de un navío engalanado de rosa. Eres tú la sirena de los mares o un pececito que, volador, limpia con su rocío la podredumbre del mundo. Yo, atento, intento pescar tus encantos, utilizando como trampa el azúcar de mis labios. Y mientras brego en la faena de atraparte, ardo en deseos de hacerte el amor.

No importa dónde ni cuándo, si en el fondo de los mares o en lo alto de las cimas, siendo adolescentes o ancianos enjutos. Pero ardo en deseos de hacerte el amor.

Y no importará dónde ni cuándo. Estés allí o aquí. Esté yo aquí o allí. Seamos ahora o mañana o ayer. Siempre, siempre, arderé en deseos de hacerte el amor.

Iraultza Askerria

Diario de escribano

Photo - {author}
Escribo páginas en el cristal rosa de tu carne. Es mi dedicatoria, mi confesión, mi forma de amarte más allá de la poesía. Con la tinta de mi boca elaboro palabras infinitas, cuyas sílabas bordean tu cuerpo de musa y estrella.

En la blancura de tu pecho tatúo un soneto, y más abajo, donde la depilación desviste la epidermis, pinto una lira de voz dormida, muy cerca de tu sexo arrogante.

Eres mi diario. En ti transcribo las ilusiones y las promesas, que siempre se cumplen gracias a tu lealtad. No hay enumeración de deseos que no encuentre la realidad tras tus manos de algodón. Celulosa mía, me gravas de creatividad mientras me cedes el honor de escribirte un universo literario.

A ti te dedico toda mi imaginación.

Iraultza Askerria

Al sexo

Yo escribo para joder,
pa’ joderte bien jodida
y sentir latir tu vida
en tus labios de mujer.
Yo escribo para follar
y follarte en la despensa
donde tu hálito se densa
y tu cuerpo sabe a mar.
Para joderte y follarte
quemando mi cuerpo al tuyo
y mientras gimes, amarte,
y sentir tu puro arte
en la punta de un capullo
que se llora por tocarte.

Iraultza Askerria