La lluvia

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Llueven palos bajo la tormentosa noche.
La autoridad se desquita de la justicia.
La luna, de púrpura inflamación,
aletarga los heladores gritos del viento.
Hace frío. Y truena.
Mas no ceden los golpes bajo el cielo.
Ni los espeluznantes silencios apagados.
Los uniformes se agitan violentos.
En las placas reverbera la luz roja.
Hace frío. Y truena.
Dos ante uno. Erguidos. Enterrado.
Empapados los hedores del miedo.
El contorsionista vital deja de moverse.
Hace frío.
Y ya no llueve.

Iraultza Askerria

Cantiga

cantiga - {author}

¿Dónde estará él? ¿Dónde él estará?
¡Madre mía, dime!, ¿cuándo él volverá?

Ya las setas duermen bajo la hojarasca,
ya las secas nueces abundan en casa,
ya vuelan pendones, gloria castellana,
y vuelve mi mano de mano vaciada.
¿Cuándo vendrá él? ¿Cuándo él vendrá?
¡Dime, madre mía! ¿dónde él estará?
Ya me voy diciendo que la guerra es cara,
que no siempre vuelve todo el que cabalga.
Una guerra crea otra guerra santa
cuando más allá deja rota un alma.
¿Cómo vendrá él? ¿Cómo él volverá?
¡Dime, mía madre! Si él muerto ya está.

Iraultza Askerria

El pescador nazarí

Alcazaba - {author}

Sopla el viento de Levante
sobre la roja alcazaba,
y de frente, por delante,
no se ve nada;
salvo la Sierra Nevada
y la Alpujarra distante.
¿Dónde se fue el agua?
Que no veo entre la bruma
el son marino del agua,
ni la blanca y suave espuma,
ni las barcas ni las cañas.
¿Dónde se fue el agua?
¡Qué solo queda en la Alhambra
la sequedad de mis lágrimas!

Iraultza Askerria

Al sexo

Yo escribo para joder,
pa’ joderte bien jodida
y sentir latir tu vida
en tus labios de mujer.
Yo escribo para follar
y follarte en la despensa
donde tu hálito se densa
y tu cuerpo sabe a mar.
Para joderte y follarte
quemando mi cuerpo al tuyo
y mientras gimes, amarte,
y sentir tu puro arte
en la punta de un capullo
que se llora por tocarte.

Iraultza Askerria

Tal como eras

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Surgiste entre una noche de cristal
cual sirena marina en una playa.
No sé si fuiste fuego, luz o cielo,
mas me arrancaste un trozo de mi alma.
¿Eras pelirroja, eras morena?
No lo sé, ¿quién lo recuerda?
Tus labios, exquisitos como fresas,
tus pechos… ¡ay, sabían a manzana!
Mas no sé si eras fruto, flor o carne,
aunque todavía me arda la cara.
¿Eras alta, eras esbelta?
No lo sé, ¿quién lo recuerda?
Tus ojos como ocasos al cerrarse,
y al abrirse… ¡centella de mañana!
No sé si eran azules o morenos,
pero no olvido nunca esa mirada.
¿Eras despistada, atenta?
No lo sé… ¿quién lo recuerda?
Me pregunto: si acaso fuiste aire…
o arena que se escapa de la palma.
¡Nunca! Tenías forma de pecado,
y eso a cualquier varón le deja marca.
¿Fuiste musa, fuiste ángel?
¿Mujer? No, imposible…

Iraultza Askerria

Te fuiste

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Te has evaporado como un sueño
ausente en los delirios de este hombre
que no tiene por más mujer tu nombre
de armonía vivaz, dulce y risueño.
Que tengo yo tu vida como empeño
y nada hay en el mundo que me asombre
ni piel cuya textura no me alfombre,
salvo tu cuerpo que es del mío dueño.
Por eso vida mía no te vayas
que este varón secreto se lamenta
del tiempo no invertido junto a ti.
No sé dónde estarás, dónde te hayas,
mas tengo en la esperanza que a me alienta
la ilusión de que volverás a mí.

Iraultza Askerria

A tu ausencia

Ausencia - {author}
Horizonte nocturno do bailabas
junto a teas brillantes hechas de oro,
y entre todas sublime descollabas,
siento tú, siendo tú el mayor tesoro.
Al oído melosa me cantabas
y tu voz se escuchaba como un coro,
ya en el aire tu símbolo dejabas
amparando mi amor con tu decoro.
Te quería; aún te quiero, vida mía,
me amabas, aún lo haces aunque lejos,
y el lamento me invade la razón.

Tu mirada eclipsada en este día,
de tu voz nada queda, ni reflejos;
mas mi amor aún es tuyo, corazón.

Iraultza Askerria

Triste lectura

Triste lectura - {author}
Ando un poquito triste reyelendo
las penas de antiquísimos poetas,
los que estuvieron antes transcribiendo
los amores que hicieron las maletas.
Y ando también con la lectura viendo
que a lo lejos se van tus silüetas,
olvidando el amor que prometiendo
se llevó mis sonrisas bien sujetas.
Ya no vendrás a verme a los altares,
ya no atravesarás por mí los mares.
Yo iré a buscarte lejos. Te habrás ido.
Porque tu amor fue bala, disparada
allá de la promesa apalabrada,
donde esta se quedó en el triste olvido.

Iraultza Askerria

Adiós

AdiOs - {author}Tus palabras se han escapado, indomables y bohemias. Se han ido lejos, al otro lado del mundo, donde la realidad se confunde con los sueños y los sueños rozan la atemporalidad de la muerte. Allá te fuiste, prometiéndome que regresarías algún día.

Sabía yo que nunca más volvería a verte. Pero aún así, te dije: “esperaré”.

Y aquí estoy ahora, aguardando a un desaparecido, a un vagabundo, a un inexistente ser que fue en busca de aventuras porque la vida le parecía aburrida. Seguramente, encontrarás en la muerte la emoción que buscabas.

Yo estoy condenada a la nostalgia, al recuerdo, a la simpática ilusión de un imposible anhelo. Me marchito al aguardo de un regreso que tiende al infinito, como el universo. Tan inmenso como este, era el amor que te ofrecía.

Para ti nunca fue suficiente.

Iraultza Askerria

 

La caricia

Careless Whisper - {author}Como un fino recuerdo nocturno que se pasea por la frontera de los sueños sin apenas apreciarlo, una caricia tuya me sobrevoló el corazón. Ahí se quedó, dormitando, durante días, semanas, meses, años y resurrecciones. Tan pálidamente callada que ni una puñalada a traición la habría descubierto. Los latidos del músculo no consiguieron borrar el vestigio de esa caricia, ni tan siquiera revelarla. Estaba oculta en lo más profundo, como un coral hundido bajo la costa o un remordimiento que nunca pide perdón. De esta forma, solo mucho tiempo después, cuando te acaricié la mano el día de tu entierro, me percaté de cuánto te amaba.

Iraultza Askerria