El lago camposanto

Eres un lago eterno de frescura.
Sin ahogarme en ti puedo naufragar.
Me llenas, me rodeas como un mar
templado; inmensa y plácida figura.

Me reflejo en tu líquida hermosura,
bálsamo rico, tú puedes curar
del monótono sentido de estar
buscando en esta vida la cordura.

Pero así es suficiente: loco, amante
de un lago sin final, lleno de vida
y que llena la mía con talante.

Lago eterno infinito que en ti quiero
morir, que no me importa si me olvida
el mundo mientras dentro tuyo muero.

Iraultza Askerria

Soneto de amor inmortal

Cristal, de gotas verdes recorrido,
si no ciégalo el velo desplegado
será limen de Apolo, El Brillado,
y almacén de las flechas de Cupido.

Terciopelo que al oro ha desteñido,
de Venus es pincel, de su cuidado.
Su canto, de vocablo encarnado,
al Elíseo en gloria ha vencido.

Sus ojos, portales del hado,
sus hebras, rubio resplandor,
y sus labios, lira de Apolo.

Son cuanto me han enamorado,
y tan inmortal es mi amor
que nunca me sentiré solo.

Iraultza Askerria