de cielos despejados
y sonrientes albas
de entusiasmados labios,
tras los montes sellados
como el afán de la brisa
y los aplausos vanos,
se hincha en tu regazo
y asciende cual anhelo
para abrir en tu boca
el ceremonial hálito.
Nov162017
Abr292014
Los brazos proseguían oprimiendo la garganta de la mujer con una malevolencia mecánica.
Escuchó los jadeos sordos de aquella infeliz, una combinación de mortal resuello y tos repentina. Los ojos comenzaban a postrarse ante las tinieblas mientras las piernas se tornaban dóciles ante las secretas caricias de la muerte. Al final, incluso la sangre que manaba bajo su cuello se hizo más pesada y viscosa, más lenta; achicadas como estaban las venas y las arterias.
Tras unos minutos de intensa agonía, la mujer se quedó completamente inmóvil, con los ojos desorbitados y los labios entreabiertos, con un gesto de horror en el rostro que jamás se borraría.
Extracto de Sexo, drogas y violencia, de Iraultza Askerria
Feb172013
Me dio la espalda.
Luego, se desprendió de la camiseta naranja.
Yo ni siquiera aparté los ojos…
Se desnudó… despacio, con soltura pero despacio, dejando la prenda sobre el escritorio y manteniendo el cuerpo erguido en toda su altura, señorial. Tenía el cabello recogido en una serie de bucles que descendían por detrás de sus hombros. Pude ver la espalda en toda su magnificencia. Se me reveló la piel de seda un deseo inextinguible que me arrancaba la respiración; el corazón ya había sido arrancado tiempo atrás. Era tan hermosa, tan perfecta… Su piel morena, sus hombros menudos, su cintura estrecha…
Extracto de Rayo de luna, de Iraultza Askerria