Me derrites el alma, corazón congelado.
Eres ardiente y húmeda en mis brazos de cal.
Pedacito de río y desierto eternal
como un mundo en dos tierras cercenado.
Eres ardiente y húmeda en mis brazos de cal.
Pedacito de río y desierto eternal
como un mundo en dos tierras cercenado.
Elixir de mïeles ponzoñoso y letal.
La caricia que araña por rencor olvidado.
Colibrí que armoniza como un cuervo obcecado
que al punto llegará el juicio final.
La caricia que araña por rencor olvidado.
Colibrí que armoniza como un cuervo obcecado
que al punto llegará el juicio final.
Princesa de las sombras tu carne esta afilada.
Cuchilla, filo hiriente, corola floreciente.
Sedosa piel morena, broquel hecho de acero.
Cuchilla, filo hiriente, corola floreciente.
Sedosa piel morena, broquel hecho de acero.
Robando el ying y el yang, demonio y eres hada,
blanca pálida mente, oscuro y frío ente.
Mi amor y mi dolor; mi infierno y mundo entero.
blanca pálida mente, oscuro y frío ente.
Mi amor y mi dolor; mi infierno y mundo entero.
Bellísimo poema, Iraultza. En la línea elegante y lúcida de todos tus trabajos. Siempre es un placer leerte.
¡Un abrazo!
Muchas gracias Juan. Un placer para mí tenerte como lector.
Sí, buen intento…, lástima que no acabe de cuadrar la medida. Pero buen intento.
Saludo cordial.
Lados opuestos que terminan siendo lo mismo.
Me gustó.
Un abrazo