Soneto al sol mayor

Tardezita - Eduardo Amorim

Inmenso corazón que viste el cielo,
lanzando por doquier luciente rayo;
consigues puntüal que cante el gallo,
consigues que un caudal mane del hielo.
Redonda inmensidad, brillante anhelo,
deseo ovacionar tu luz de mayo,
cantar por tu honradez, ser tu lacayo;
teñirme de color dorado el pelo.
Hacerme digno ser de tu fulgor;
servirte al despertar el dulce albor;
las noches descansar bajo tu brazo.
Quisiera ser de ti una parte viva
Quisiera yo vivir contigo arriba.
Quisiera ser el sol de tu regazo.