El universo se detiene

Photo - {author}Cuando nuestros cuerpos se observan en su desnudez mutua, sé que el universo se detiene a mirarnos. Lleno de envidia nos recoge en su regazo de noche y nos aplasta de placer, con tu carne vibrando, todavía sintiéndome dentro, y la mía desbocada, acelerada, expulsada la simiente entre tus muslos rosas.

En esa posición de íntimo arrebato, el cosmos nos seduce con su hálito de sueño. Quiere adormecernos y en la ausencia de nuestra consciencia, confirmar cómo se hablan las pieles abrazadas, presionadas por los dedos aferrados a la espalda contraria. Tu cabeza reposando en mi pecho. La mía en tu cabellera. Y entre castillos y veredas soñar con no separarnos, físicamente, jamás.

Así, en la polución del sexo y en la relajación del amor, nos suspendemos entre caricias y arrumacos, al tiempo que las galaxias orbitan, como anillos nupciales, alrededor de nuestra pasión. Las palabras dejan aire a los latidos, la respiración se susurra pausada, y los kilómetros se vuelcan sobre los miembros femeninos y masculinos, entrelazados como un ovillo de lana.

Iraultza Askerria