El mundo gira sin parar y tus labios de alba brillan en lo más alto, iluminando inviernos y veranos. Eres la primavera de los ojos negros, ávidos de curiosidad, y el otoño que llena de razón los pensamientos. Las estaciones fluctúan por los océanos, mientras tú doblegas las mareas y reinas entre las ondas como una luna inmortal. Dulce parsimonia la que es amarte en la distancia con la intensidad de una pasión adolescente. Diminuto corazón el mío que lucha por llenar el tuyo, cuando incluso el universo te queda pequeño. Orbitando alrededor de tu vida, en una simbiosis protectora, escribiré el cosmos sobre tu piel como quien le pinta versos a la historia. Aunque yo sea un triste mortal y tú la dea que resplandece en el firmamento, alzaré escaleras de tinta para llegar a tus encantos, al menos, mientras tenga fuerzas para escribirte.
Sep112018
precioso
¡Gracias!