La historia está enunciada en primera persona, principalmente por dos narradores. El primero, prologa y transcribe la historia que relata el segundo. También, más sutilmente, nos encontramos con diversos correos postales que refieren y complementan el argumento, y sobre todo, el desenlace. Algo que favorece el contacto y la proximidad con los emisores de las cartas.
Si la mujer tiene aún un poco de dignidad, debe imponerse todos los sacrificios posibles antes que pedir dinero a su amante.
De los protagonistas, debemos citar al amor, que en forma de tercer protagonista uno a los dos primeros. Es el amor el sentimiento que perdura en cada conversación, en cada episodio; el que entrega la dicha y el que desencadena la venganza, el recelo y el desprecio. El amor, tema central de muchísimas obras, llega en esta novela a su máxima expresión de sensibilidad y realismo. No es difícil identificar en la novela episodios de nuestra propia vida, y quizá, sea ello lo más plausible y valioso de la misma.
En relación a esto, la temática de la obra fluye por diversos caminos como la intolerancia ante las amantes mantenidas, los celos egoístas de los hombres y su posterior odio, las amistades interesadas, y sobre todo, el amor puro y casto de una mujer. Esta última, la mujer, es el pilar básico sobre el que se sustenta la obra. A su alrededor aparece la duda y la sospecha que atribulan al protagonista, Armand Duval; el espíritu materialista e interesado del ser humano que acarrea el beneficio de unos y la indignación de otros; y como colofón, la sinceridad, el sacrificio y el cariño intacto de la cortesana protagonista, Margarita Gautier, La dama de las camelias.
Se conoce a ciencia cierta que la novela es un episodio veraz de la vida de su autor, Alejandro Dumas. La historia, aunque maquillada —y es que no habrá corazón más arrepentido que el de un escritor enamorado—, evidencia la vida de Marie Duplessis, una entretenida de París que tuvo entre sus amantes al genial literato. Tras la muerte de la cortesana, Dumas sintió la necesidad de escribir La dama de las camelias, inspirada en su propia vida y que, tal vez, sea la obra más sentida que se haya podido escribir.
Para mí, una obra maestra, emotiva y fiel, que ha logrado que en la tumba de Marie Duplessis siempre brille un ramo de camelias. Un amor que gracias a la flores se ha convertido en eterno.
Ante la perspectiva de vivir menos que los demás, me he propuesto vivir más deprisa.
Capítulo X
Si los hombres supieran lo que se puede conseguir con una lágrima, los querríamos más y los arruinaríamos menos.
Capítulo XV
Sólo en las mujeres completamente castas hay sentimientos completamente puros.
Capítulo XX
Sentía que mi padre tenía razón hablando de cualquier mujer, pero estaba convencido de que no tenía razón hablando de Margarita.
Capítulo XX
Sólo los hombres tienen fuerza suficiente para no perdonar.
Capítulo XXV