¿También lo serás tú?

El alba recortada de inmaculado rosa, de la libertad símbolo, de la belleza ejemplo que en el cielo aparece como un eterno templo y me recuerda a ti: mi niña cariñosa. Es el alba del cielo la fiel y hermosa …

Vía de escapatoria

Ralla la duda iridiscente como una tormenta de otoño, y las lágrimas pasas se deslizan en el cristal de la mirada, como un hilo de terciopelo desgarrado. Un graznido, un reproche, un trueno que al corazón atraviesa y vuelve sus …

Al odio

Fúnebre figura de álgido fulgor; sombra, que entre sombras labras un camino, haz que tu piel negra tenga otro color pues por los fantasmas a verte no atino. Odio tú te llamas, Leviatán divino flor de espinas rojas, pétalo sin …

Si intento componer la poesía

Si intento componer la poesía depués de estar semanas sin tocarla no encuentro modo alguno de sacarla de esta desesperada ánima mía. Parece que marchó la melodía. La musa… ya no hay quien pueda encontrarla. Yo sigo pesaroso en esta …

Orilla del mar

Orilla de mar, sabor salino de las profundidades del océano. De blanca espuma, húmeda en su deleite de iconografía clásica. Mi más humilde territorio de arena, en cuya playa tenderme al son de sus caricias. La navegante de los sueños, …

Mi libro

Eres el verso alado que recorre la prosa entera sin punto final, un cúmulo de libros vertical que se eleva cual una vasta torre. Que en tu tez de papel mi boca borre cualquier arruga o huella lagrimal, que no …

Los rascacielos de Tokio

Los rascacielos de Tokio se afilan bajo el cielo volcánico. Entre tanto, la lluvia ácida se derrama cual cianuro sobre las ventanas de los altos edificios, rascando el cristal como uñas insistentes. Abajo, las calles están vacías. El viento de …

Sobre el amor, el desamor y algo más

Pasión incontinente, señor que al cuerpo débil da calor. Locura de la mente, un rostro sonriente de color. ¡Todo eso es el amor! Pesar, cuchillo hiriente, veneno cual resaca de licor. Castigo tan ardiente que el alma sufre y grita …

La botella de zafiros

No, no era un mensaje enrollado cual pergamino, ni un licor añejo de inconfundible aroma, ni siquiera un lagarto enjaulado en una cárcel vidriosa. Se trataba de una botella repleta de zafiros.Ignoro cómo llegó hasta allí. Enterrada en el polvoriento …

Eso eres tú

Planetas que giran en torno una estrella. Suspiros que avivan la luz de una vela. Eso eres tú: ¡el fuego, la llama y mi reina! Árboles que beben caudal de la tierra. Pétalos que mecen el más dulce néctar. Eso …

Entre palabras

Una palabra me viene a la mente y otra al corazón. Arriba se repite como un eco, siempre chocando contra las paredes de mis sesos y tornando a hacerse oír, como un manifestante fervoroso. Abajo los latidos impulsan el sonido …

Despertar

No existe amanecer o despertar más hermoso que el que ocurre a tu lado. Abre uno la mirada por mirar el más bonito ser que el mundo ha dado. Sobre la cama sabes semejar la perfección del arte y es …

Semblante celeste

Las nubes funden gasas y fulgores bajo el sol y la luna, cual luceros con sendos nubarrones carceleros, par de avizores van tocando ardores. Bajo de ellos con pálidos colores en oval se aglutinan agujeros y se extienden de ahí …

Desfallecernos

En la cama, tú y yo. Sol y tierra. Orbitando entre llamaradas, fogonazos, destellos, luminarias que desde los ojos alumbran la oscura habitación. Cósmica, de ensueño, éter tangible que destila el sudor de tu piel. Vuelta y vuelta alrededor del …

Poesía…

Poesía son tus nalgas desnudas bajo mis mordientes labios. Poesía es la cerrazón de tus muslos, que en su línea turgente esconden perlas rosas en un mar modesto. Poesía son tus lunares espolvoreados cual chocolate sobre la piel bronceada. Poesía …

El gerente ocupado

—María, toma nota de cuanto voy a decirte. A las diez, entrevista con el director de Industrias Petrolíferas. A las doce reunión con nuestro departamento de marketing. A la una estaré en mi despacho. Bajaré a comer a las dos. …

De fuego y carmín

Es de fuego y carmín, combustible nevado, donde alegre perdura tu aniñada sonrisa que discurre sin fin por tu boca deprisa sonando en el apuro de mi amor encerrado, pues palpita mi pecho, cuando llega a mi lado el certero …

El caballo de Helena

Sobre la alfombra de la habitación, reposa un caballo de juguete. Está esculpido en madera, con unos ojos cilíndricos de color azul que parecen estallar en lágrimas. En su lomo se ha cincelado un epígrafe con letras rojas, apasionadas, llenas …