Avellana

Quiero pelarte como a una avellana, quitarte el sobrante de tu cuerpo y dejarte desnuda y pura, ante mi ávida mirada. Recorrer tu afrutada piel con la lengua, prodigando entre sus lunares y recovecos el claro color de la saliva. …

Fuegos artificiales

Fuegos artificiales en el cielo nocturno que parecen iris arcos. Traviesos infantiles en sus barcos siguiendo el rayo leve del señuelo. Como fieros astados, aun en celo, penetran los cerrados y albos marcos vistiendo de clamores tantos charcos y de …

La lluvia

Llueven palos bajo la tormentosa noche. La autoridad se desquita de la justicia. La luna, de púrpura inflamación, aletarga los heladores gritos del viento. Hace frío. Y truena. Mas no ceden los golpes bajo el cielo. Ni los espeluznantes silencios …

El bolígrafo silencioso

El bolígrafo silencioso

Tenía un bolígrafo en la mano y la mente ahíta de tinta seca, tiesa, tísica. Las palabras quedaban inmóviles ante la frigidez de los pensamientos y el bolígrafo escuchaba en silencio voces que no decían nada. Frente al artilugio prosaico, …

La ciencia del amor

Yo siempre deseé sabiduría. Curiosa y muy tenaz era mi mente; cualquier libro tomaba y absorbía hasta entender su cátedra latente. De ti me enamoré en oscuro día. Aún hoy eres el más extraño ente. Por las noches proclamo: “todavía …

El corazón enterrado

Al poco de enterrar mi corazón en el fondo del río, me sentí más relajado y ligero. Me quité un peso de encima, doscientos ochenta gramos de inútil músculo y una responsabilidad un tanto tediosa. El lecho del río abrigaba …

Al contra lucha

Tirotean en las calles los mendigos sin más pan que las balas huecas mientras los esposos esposan las alas de aquellas a quienes juraron amar. La ley tienen por égida los criminales declarados a la hacienda mientras en los soportales …

Cantiga

¿Dónde estará él? ¿Dónde él estará? ¡Madre mía, dime!, ¿cuándo él volverá? Ya las setas duermen bajo la hojarasca, ya las secas nueces abundan en casa, ya vuelan pendones, gloria castellana, y vuelve mi mano de mano vaciada. ¿Cuándo vendrá …

Cuando habla el corazón

A veces las palabras vuelan lejos sin poder ser leídas o escuchadas, las mismas no aparecen reflejadas ni en sonidos, escritos o librejos. Pero aunque no te lleguen los reflejos directos de mi voz ni en las llamadas ni en …

Aprender

Insulsos fueron los besos que di a otras mujeres cuando los tuyos aguardaban a la vuelta del destino. Cuánto tiempo malgastado intentando conquistar a falsas damas cuya belleza apenas te alcanzaba el tobillo. No hablemos del carácter o la inteligencia. …

Lira a una dama dormida

Lira, lira del bardo, sentimiento tañido en el ocaso, bajo el tierno letargo de un amante de paso, de un susurro prendido al fon de un vaso. Lira, lira del cielo abrazada a un café, cuerpo de fuego. Una rimas …

Luz y sonido

La vida se ha vuelto un baile constante de luz y sonido. Brillos consonantes en la espesura de la dicha, resplandores caprichosos que tornan a cubrirlo todo una y otra vez. Entre el espectáculo policromado, aparece un franco susurro, largo …

Sobre el amor, el desamor y algo más

Pasión incontinente, señor que al cuerpo débil da calor. Locura de la mente, un rostro sonrïente de color. ¡Todo eso es el amor! Pesar, cuchillo hiriente, veneno cual resaca de licor. Castigo tan ardiente que el alma sufre y grita …

Un rato entre las sombras

Estate un rato entre las sombras, escondida de mi amor. Viaja al otro lado del mundo, sin mirar quien te persigue. Vuelve tu mirada a la profundidad del cosmos y no escapes de su amparo hasta que veas el amanecer. … Leer más

Soneto de despedida

Amor de juventud que rompe al año de ver la plenitud de tal enfado; pensé inocente yo que yo era amado por ti pequeña flor de triste engaño. Te vas de mi custodia al aledaño de aquel infïel que honras …

La pareja misteriosa

Era la vigésima vez que la pareja se personaba en aquel hotel costero, y siempre bajo los mismos procedimientos. Llegaban por la tarde, prácticamente sin equipaje, y notificaban la reserva de una habitación por una sola noche. Al día siguiente, …

Matando a besos

Matando a besos

Al arrancarte un beso, supe que te arrancaba un instante de vida. Al despojarte de una prenda interior, supe que te despojaba de varios días de juventud. Y aun así no dudé en desnudarte y comerte a besos. Minutos después, …

Luciérnaga de verde esperanza

Luciérnaga de la noche. Te veo brillar en la oscuridad. Luz de esmeralda, verde esperanza. Aleteo en forma de susurro que agita los latidos de mi corazón dormido. Resplandeciente luciérnaga velando mis sueños. En la distancia revoloteas como un ave …