Campo de batalla

Azores cruzando vías en extinción. Palas cavando los despojos de otras palas. Un niño jugando con una pelota pinchada. Al fondo una explosión. Margaritas amargas por el beso grana de animales buscando un sorbo de agua. Una niña bañándose en …

Blanco entre rojo y negro

Cabalgabas en tu carruaje de hierro y plata, en el mortecino silencio de la madrugada. Vestías, como siempre, tu traje ajustado de color negro y habías pintado tus labios de un rojo brillante, que contrastaba temiblemente con la palidez de …

Quark

Belleza de largos tendidos al son del viento, al sol violento, al sonar de los muslos frotándose. Tú y yo como gelatina, acaparando hoteles y dormitorios, desvistiendo colchones y humedeciendo bañeras. En los montes y en los mares, comernos la …

Hambre

Hambre. Hambre de tu corazón herido por el hambre. Hambre por comer insípidas criaturas rojas. Hambre de tus muslos de esponja y de tu pubis rosa. Hambre, hambruna, hamburguesa de aceite. Imagen de tu sexo hendido, sabroso, deleite. El hampa …

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Muerde

Muerde insana avaricia con tus dientes oxidados. Carcome el humano espíritu abandonado a expensas de un tesoro. Alimenta un ego inútil inservible ante la advenediza muerte; como inservible es la materia que custodias en tu bolsa de cuero. Muerde maldita …

Las seis amantes

Abiertos de par de par encontré los brazos de mis amantes. Todas sonrientes y hermosas, rodeándome en un círculo crepuscular que me llamaba entre sonrisas y halagos. Allí estaba Diana con sus rizos de trigo; allá Verónica con su explosivo …

La rutina

La rutina

Timbre. Sonido. Despierta corriendo. No pares. No mires. No sueñes, amigo. Levanta, despierta, corriendo a la mierda de un mundo agotado por falsa inocencia. El baño. La ducha. El Santo Grial. Ayuno: zumo, leche y pan.Protesta infantil. Quejido banal. El …

Flor del estanque

Flor en el estanque, solitaria. Las ondas se multiplican bajo su perfume, como si quisieran compartir su existencia con el resto de los seres vivos del hábitat. Las nutrias levantan la mirada y le sonríen, los flamencos le ceden sus …

Al arte y al sexo

Artístico sexo eres, canción que supura besos, pincel blanco, rosa y trémulo, cual vaivén de los veleros. Te elevas alba fachada, catedral de muslos llenos, con dos sendos campanarios y dos relojes obscenos. Cuerpo de mármol sedoso. De Venus el …

Onicofagia

Te muerdes las uñas, deseoso de dolor. Se contrae tu cara en la adicción máxima de comerte a ti mismo. Brillan tus ojos al ver el desgarro continuo de la carne. Sonríe tu alma de placer cuando tus fauces se …

Caballo de plata

Galopa con las crines al viento un caballo blanco, portentoso y recio, repleto de una fortaleza casi inmortal. Su hocico relincha grave y firme, ahuyentando las nubes grises que se agolpan en los límites del cielo. La tierra se ahueca …

Danubio

Hay un barco navegando por el Danubio, de casco níveo y motorizado, sin más velamen que una melena negra, agitándose al son de la libertad. Hay una embarcación que se desliza por el agua turbia, como una caricia sobre un …

La huella solitaria

La huella solitaria

En la blanca arena encontré una huella solitaria. Estaba en el centro de la playa, resguardada entre dos piedras que la habían protegido del impetuoso oleaje. Pura como una luna desamparada del firmamento, ausente como un latido de amor no …

Trabajo macabro

Tras veinte años de profesión, el forense había enloquecido frente a aquel cadáver. El cuerpo había llegado a la sala de exploración con una etiqueta profética: “sujeto sin datos, proceder a su identificación clínica”. Un perro de caza le había …

Lámpara maravillosa

Oírte respirar como a una lámpara maravillosa. En tu boca susurra un genio capaz de cumplir mil deseos. El aceite que suspiras te hace más luminosa y a mí me empalaga hasta el punto de no poder sobrevivirte. Te lamo …

Redoma de beso rosa

Redoma de beso rosa, ¡qué dominio de la daga en mi piel desplumada! Lanzas la sábana al crespado pubis y apaciguas su fortaleza con un roce húmedo. Cubren el pudor los cabellos negros y mis manos toman débilmente el rostro …

Estrellas rotas

Se rompen las estrellas. Lloran. Una ensordecedora explosión que nadie puede oír. Agujas pinchando la materia del universo solapadas por la incomprensión. Gritos sin eco. Amparo desvestido de ondas de luz. A nada puede agarrarse. ¿Qué hacer cuando se hunde …

El caminante

Por sendas de Castilla camina el caminante; ninguna compañía, tan solo fe en el cielo. Morral tiene a la espalda, la vista por delante, y dentro va una biblia guardada con gran celo. Camina el peregrino, ningún acompañante; no hay …