Tus labios

Tú sabes que tus labios son la vida, el latir incesante del anhelo, rama luenga fluyendo por el cielo de tu carita pálida y querida. Tú sabes que en tus labios hay cabida para la miel, azúcar, caramelo, es el …

Desnuda hermosura

Con tu vientre despojado de las venideras marcas que a las féminas más carcas atraviesan sin cuidado, vi tu ombligo despejado y acechado por las parcas yemas mías que a tus arcas procuraban dar cazado. Ni por mucho meditarlo logro …

Diciendo adiós

Tarde o temprano todo el mundo siente que la vida, en un principio maravillosa y tierna, aparece infatigablemente cruel y ladina al otro lado del muro de la ilusión. Es allí donde surgen sus garras más temidas, mezcladas de casualidad …

Cátedra

Perla, nácar, calor, sólida piedra de tu inocencia pura se construye, con la firmeza aérea de quien huye por recovecos íntimos de hiedra. Eres bosque, eres el río que medra por las almas ajenas, se diluye con dulzura secreta pues …

Triste lectura

Ando un poquito triste reyelendo las penas de antiquísimos poetas, los que estuvieron antes transcribiendo los amores que hicieron las maletas. Y ando también con la lectura viendo que a lo lejos se van tus silüetas, olvidando el amor que …

Mi universo

Has sido esculpida con trocitos del universo: polvo de estrellas, soles ardientes, enanas blancas y nebulosas de gas. La canción del cosmos a la puerta de tus labios y tus pensamientos surcando a la velocidad de la luz. Alrededor tuyo …

El pájaro

Dentro de tu alma he visto un pájaro volar; parecía una nube que besaba la mar. Las olas en tus ojos comienzan a arreciar, y en tus labios sabrosos resplandece la sal. El sol envuelve al ángel cual estrella fugaz, …

Fósforo

Cuando llegaste a casa, olías a fósforo, a chamusquina y a sudor. Supe que habías estado nuevamente cometiendo tus fechorías nocturnas: quemando contenedores, coches y todo cuanto se te pusiera por delante. Ahora me tocaba a mí recibir tu llama … Leer más

Respiración

En los días azules de cielos despejados y sonrientes albas de entusiasmados labios, veo un recuerdo hablar tras los montes sellados como el afán de la brisa y los aplausos vanos, es tu voz que a la sombra se hincha …

La tabernera

Allá en los albores de este siglo, conocí a una tabernera fea, fondona, vestida de cinturones que parecían faldas y delantales más largos que una mesa de comedor. Un tímido bigote le asomaba sobre el labio y unas frondosas cejas …

El amor de mi vida

Los versos se acumulan entre dolor y retazos de papel. Las palabras se amontonan ante el espejo de la soledad. Y tú en ellos apareces, como una estrella de fugaces resplandores, iluminando la desdicha de mi vida con el fuego …

¿Te acuerdas?

Como música la brisa, nos besamos en la playa. ¿Te acuerdas mi vida de ese hermoso día? Caminamos por la orilla con las manos agarradas. ¿Te acuerdas luz mía de aquel todavía? Ya las olas con envidia un “¡te quiero!” …

Retrato

Aparece una foto de tu tez y sonrío y me lleno y desfallezco por la belleza eterna que otra vez vacilo en si yo mismo la merezco. No hay nada más hermoso ni en Jerez ni en Cádiz ni en …

Soneto bélico al corazón y a la mente

Surge en mi corazón ferviente lucha airado sentimiento incontestable que con la sinrazón más excusable vivísimos lamentos encapucha. No entiendo cuáles son, mas sé que es mucha la furia cual el viento que imparable me rompe la ilusión tan poco …

Tu nombre oculto en la esperanza

Busco un nombre en mi memoria, teñida de dulces sueños. Espera, espera, no la pierdas de vista. Es una palabra, un apelativo. Es tu apellido. Un vocablo encarnado de rosa con orlas brillantes de rojo pasión. Un vocablo adorado por …

El poder de tu figura

Si tu rostro está encendido, color fuego en tu sonrisa, y si sientes que la prisa te ha insegura convertido, suelta el aire, afianza el paso y del miedo no hagas caso. Si tu ser desprotegido se halla al fin …

Por un beso…

La brisa viste hermosa y dulce boca, hermosa como canto de la prímula, un canto dulce, limpio, que me estímula; estímulo que incluso al alma toca. Rocío de tu labio, nacarado en sus profundidades, dame un beso, un beso, y …