Rocío áspero en mis ojos, cerrados en tus recuerdos desnudos. Carne viva, aliento vivo, y mi amor en tu puño. Llueven lágrimas de vino que se agitan como un junco, mientras llora en la distancia este niño tuyo. El tiempo se demora segundo a segundo, tristemente marcando la vastedad de este mundo. Los caminos son eternos sin que pueda ninguno acercarme a tu cuerpito desnudo y puro. Lloro entonces sumido en este ocaso oscuro; esperando, esperando, el momento oportuno.
Abr262016