Pinocho sin nariz

Pinocchio Roma - Juliogmilat FotografíaPinocho no tenía nariz, al contrario que los otros niños de la escuela. Cuando estos mentían quedaba de testigo una prominente punta nasal, la cual se extendía a cuanto más falso era el embuste. Pero pinocho, al carecer de nariz, engañaba sin que nadie se percatara de ello.

No obstante, es bien sabido que se coge antes al mentiroso que al cojo, y por eso, un buen día, el entorno social de Pinocho dejó de confiar en él. Por regla general, en su palabrería no había ni una pizca de verdad.

De esta manera, el día que Pinocho manifestó que estaba muriendo de cáncer, sus familiares y amigos creyeron fehacientemente que era una farsa.

Y así, murió sólo.

Iraultza Askerria

Una vida de satisfacción

Leví se inclinó sobre la barra, colocándose el rulo en el interior de la nariz. Aspiró la cocaína. La línea de nieve se evaporó ante su olfato con una celeridad desbordante.

Echó la cabeza hacia atrás, mientras absorbía largas bocanadas de aire y un delicioso estremecimiento atravesaba su alma. Sintió un rayo de luz filtrándose entre sus latidos y un cúmulo de energía verterse sobre el cauce de su pensamiento. En los ojos, un resplandor de fuego aumentó el grosor de las pupilas, incendiadas por chispas de humo.

Al cerrar los párpados, se bosquejó en su cerebro un edén de pensamientos, una dicha de anhelos, una vida de satisfacción.

Extracto de Sexo, drogas y violencia, de Iraultza Askerria