entre las rocas de un imposible,
ante los muros de un monte enhiesto
que se acrecienta con cada paso.
entre los humos de un rato libre,
ante las pocas gracias del lento
adiós del ágil labio encarnado.
entre el rechazo y la agonía,
ante la espalda que aquel instante
volviste a un rostro enamorado.
entre las noches y entre los días,
ante el deseo que se equivale
con el amor más fiel y franco.
Yo te he anhelado
Yo te he sentido ante mis labios.
yo te he vestido,
yo te he cubierto de regalos.
tú te has cansado
de un loco atento enamorado.
tú te has deshecho
de una memoria que nada importa.