Las obras de Esquilo, Sófocles y Eurípides

Parthenon - . SantiMB .

Los nombres de Esquilo, Sófocles y Eurípides, también el de sus obras, se han venido archivando a lo largo de la tradición occidental, desde el siglo V a. C. hasta nuestros días. Por desgracia, el grueso de sus composiciones no se conserva y tan sólo han sobrevivido algunos pocos manuscritos medievales donde se incluyen las siete tragedias de Esquilo, las siete tragedias de Sófocles y las diecinueve obras de Eurípides.

Se trata de una recopilación de treinta y tres obras de la Antigua Grecia, germen de lo que fue el teatro antes de nuestra era, cuya cifra, aunque pueda ser considerable, no es más que un vestigio de cuanto escribieron los poetas trágicos. Gracias a las citas de los tragediógrafos contemporáneos de Esquilo, Sófocles y Eurípides, así como a los fragmentos que han sobrevivido de los mismos, podemos hacernos una idea de las muchas composiciones que el tiempo y el olvido le han robado al arte.

Sea como fuere, son muchas las obras irrecuperables de estos tres dramaturgos clásicos, pero por suerte, las que han perdurado permiten comprender, de primera mano, el teatro de la Antigua Grecia y la trascendencia de estos tres personajes.

Resumiendo, el estudio de Esquilo, Sófocles y Eurípides se limita a las treinta y tres obras conservadas por los manuscritos medievales, en ediciones impresas a partir del siglo XV. Las obras pueden enumerarse siguiendo la fecha de composición, que en ocasiones es confusa, aunque todas ellas fueron escritas en el siglo V a. C.. Aprovecho la ocasión para incluir un enlace a cada obra.

Del listado anterior se puede extraer que Esquilo era el más veterano de los tres dramaturgos, seguido por Sófocles y por Eurípides. Aunque éste último era el más joven, murió a la vez que Sófocles, en el año 406 a. C..

Sin embargo, dado que estas treinta y tres composiciones responden, en mayor o menor medida, a los mitos clásicos de Grecia, también es posible estructurarlos de acuerdo al suceso cronológico que narran, de tal forma que se simplifica la posibilidad de estudiar estas leyendas. La mayoría de estos temas corresponden a varias sagas, como el ciclo troyano o el ciclo ático-tebano, o sigue las aventuras y desventuras de determinada estirpe noble, como es el caso de los hijos de Agamenón. No obstante, en caso de querer numerar todas estas obras de teatro siguiendo el orden temporal de los acontecimientos que narran, quedaría así:

  • Esquilo (458?) – Prometeo encadenado
  • Eurípides (413-412) – Ion
  • Esquilo (463) – Las suplicantes
  • Eurípides (406) – Las bacantes
  • Eurípides (431) – Medea
  • Eurípides (428) – Hipólito
  • Sófocles (430-424) – Edipo Rey
  • Sófocles (401) – Edipo en Colono
  • Esquilo (467) – Los siete contra Tebas
  • Eurípides (411) – Las fenicias
  • Sófocles (442) – Antígona
  • Eurípides (423) – Las suplicantes
  • Eurípides (438) – Alcestis
  • Eurípides (414) – Heracles
  • Sófocles (442?<) – Las traquinias
  • Eurípides (430-427) – Los Heraclidas
  • Eurípides (406>) – Ifigenia en Áulide
  • Eurípides (440<?) – Reso
  • Sófocles (450?) – Ayax
  • Sófocles (409) – Filoctetes
  • Eurípides (415) – Las troyanas
  • Eurípides (424) – Hécuba
  • Eurípides (413) – El cíclope
  • Esquilo (458) – Agamenón
  • Esquilo (458) – Las coéforas
  • Sófocles (415?) – Electra
  • Eurípides (417-413) – Electra
  • Eurípides (412) – Helena
  • Eurípides (408) – Orestes
  • Esquilo (458) – Las euménides
  • Eurípides (414) – Ifigenia entre los tauros
  • Eurípides (425) – Andrómaca
  • Esquilo (472) – Los persas

La única obra de teatro con tema histórico que se conserva es esta última: Los persas, de Esquilo. El resto de las tragedias están repletas de personajes míticos, formando un largo repertorio de leyendas, donde ganan por mayoría las dedicadas al ciclo troyano, ocupando la mitad del total. Avanzaremos en estas obras en los próximos capítulos, donde hablaremos también del teatro de la Antigua Grecia y de sus tres máximo exponentes: Esquilo, Sófocles y Eurípides.

Iraultza Askerria

El teatro: arte y literatura

Teatro Griego de Taormina, Sicilia. - Pedro Pablo Pinacho Davidson

La literatura está formada por tres núcleos artísticos: la prosa, la poesía y el teatro. La mayoría de nosotros nos sumergimos en el primer género literario, sintiendo desconfianza ante algo, aparentemente más elaborado, como la poesía o el teatro. Sin embargo, autores como Bécquer o Shakespeare, han ayudado mucho a que los lectores ahonden respectivamente en estos dos géneros literarios.

De los tres, siempre he creído que el más apartado del gusto convencional es el teatro, a pesar de que tanto tragedias como comedias simbolizan muchos mitos modernos, además de un largo glosario de palabras que encuentran su origen etimológico en este punto de la literatura; sobre alguna de ellas, como “persona”, ya hemos hablado en este mismo blog.

En cualquier caso, pienso que conocer el teatro más primitivo, nos ayuda a comprender mejor la historia de la humanidad, además del periplo de las artes escénicas y literarias alrededor de los siglos, porque no olvidemos que el drama tiene su origen siglos antes de advenimiento de Cristo. Asimismo, todavía hoy, el teatro es un espectáculo puro y magnífico, inherente a grandes ciudades como Nueva York o Londres, pero que también puede encontrarse en su versión más minimalista en centros cívicos, asociaciones, clubs y colegios.

Por todo ello, voy a embarcarme en un ambicioso proyecto sobre el teatro más primitivo, el teatro de la Antigua Grecia. A tal efecto, me centraré en tres de sus dramaturgos más recordados: Esquilo, Sófocles y Eurípides, los poetas trágicos por excelencia.

Por el momento, nos basta saber que el teatro occidental se gestó en Atenas, alrededor del siglo V a. C., siendo los mencionados poetas clásicos los fundadores del teatro tal y como lo conocemos hoy en día, salvando las distancias. Pero antes de comprender la importancia de sus obras y de sus clásicos personajes como el maldecido Edipo, la vengativa Medea o las desesperadas troyanas, más nos vale comprender un poco el contexto histórico y cultural de la Antigua Grecia, civilización donde comenzó el teatro.

Pero de todo ello hablaremos en una larga serie de artículos que comenzaré a publicar próximamente. Finalmente recordemos que el teatro, así como la prosa o la poesía, no es más que otra pata del profundo y vasto arte de escribir.

Iraultza Askerria