Larga espera

Photo - {author}Allí en el fin del mundo, donde rielan las lunas y los soles sobre el fondo marino del universo, una perla minúscula, redonda, pura y sonriente, retrata el primoroso continente de tu rostro, ese del cual me enamoré una tarde o una noche o un día de la historia que solo pudo ser predispuesto por el destino, mucho antes de que la tierra fuese concebida, la misma que, ahora, separa nuestros corazones adictos a la carne del otro esperando reencontrarse en un momento tan intenso como especial, un momento por el que esperar meses, años, milenios… o aún más, toda la vida del universo.

Iraultza Askerria

Mi dulce niña

202/366 · La bella durmiente-Iñaki Pérez

En casa está la niña,
dormida en cama, dulce… ¡dulce hada!
Su boca sabe a piña;
su aliento es la balada
del bardo, del juglar… de mi tonada.
Eterno labio fresa,
eterna la canción, eterna dama.
Y yo… por mi duquesa
velo triste su llama
que no apaguese nunca en esta cama.
Durmiente bella, dime…
¿querrás algún instante despertar?
Mientras mi verso rime,
no deje yo de andar
me sentaré a tu vera… ¡y a esperar!

Iraultza Askerria

Tu nombre oculto en la esperanza

Cabo de Buena Esperanza - {author}Busco un nombre en mi memoria, teñida de dulces sueños. Espera, espera, no la pierdas de vista. Es una palabra, un apelativo. Es tu apellido. Un vocablo encarnado de rosa con orlas brillantes de rojo pasión. Un vocablo adorado por los aromas de las flores y la frescura de la brisa. Un vocablo que, pronunciado, alegra el alma, el corazón y la mente. Vida mía…, que en un nombre englobas la felicidad. Maremágnum de endorfinas. Analgésico.

Di su nombre, ¡nómbrala! Adelante, labios, ¡tomad las riendas!, ¡gritad su nombre! Descubrid ante el mundo su verdadera identidad, oculta en la posibilidad de escucharla una vez más.

Palabra. Esperanza.

Iraultza Askerria

Adiós

AdiOs - {author}Tus palabras se han escapado, indomables y bohemias. Se han ido lejos, al otro lado del mundo, donde la realidad se confunde con los sueños y los sueños rozan la atemporalidad de la muerte. Allá te fuiste, prometiéndome que regresarías algún día.

Sabía yo que nunca más volvería a verte. Pero aún así, te dije: “esperaré”.

Y aquí estoy ahora, aguardando a un desaparecido, a un vagabundo, a un inexistente ser que fue en busca de aventuras porque la vida le parecía aburrida. Seguramente, encontrarás en la muerte la emoción que buscabas.

Yo estoy condenada a la nostalgia, al recuerdo, a la simpática ilusión de un imposible anhelo. Me marchito al aguardo de un regreso que tiende al infinito, como el universo. Tan inmenso como este, era el amor que te ofrecía.

Para ti nunca fue suficiente.

Iraultza Askerria

 

Querida lluvia

horizontes - manuel holgado

Incesante lluvia derramada de los tejados del mundo. ¿Dónde estás? ¿Dónde te escondes? ¿A dónde fuiste?

Llueve ahora, te lo ruego. Bendíceme con tus gélidos cristales. Quiero sentirte sobre mi rostro, como una mano redentora, como un pañuelo que limpia pecados. Mas miro al cielo y no te veo; tan azul como la soledad, tan celeste como la burla de un Dios.

Regresa a este mundo, por favor, te necesito en mi alma. Vuelve a derramarte, a mojarme, a humedecer la tierra seca y árida de mi alma desconsolada. Quiero verte llover sobre mi cara y que tus gotas limpien las lágrimas de mis ojos enamorados.

Ven a mí. Lluvia querida. Lluvia amada.

Iraultza Askerria

El momento oportuno

el obelisco del presidente Balmaceda 24 metros, la escultura correspondio a Samuel Roman en 1949 - {author} Rocío áspero en mis ojos, cerrados en tus recuerdos desnudos. Carne viva, aliento vivo, y mi amor en tu puño. Llueven lágrimas de vino que se agitan como un junco, mientras llora en la distancia este niño tuyo. El tiempo se demora segundo a segundo, tristemente marcando la vastedad de este mundo. Los caminos son eternos sin que pueda ninguno acercarme a tu cuerpito desnudo y puro. Lloro entonces sumido en este ocaso oscuro; esperando, esperando, el momento oportuno.

Iraultza Askerria