Volarán las lucientes golondrinas a tu terraza, donde un mensaje dejarán. Sus alas vibrarán frente a los cristales, y a ti, ¡hermosa!, te despertarán. Correrás a leer aquella epístola, en tu corriente soledad. Volarán mis palabras a tu flor de boca y por la tarde bajarán… a tu vientre de pan y tapa, donde el alma te abrirán. Llorarás feliz al leer la carta y en el rocío de las lágrimas me verás, porque apareceré entonces de la nada, como magia, para poderte besar.
Nov152016