Ilusión

Ilusión centesimal - Silvia Viñuales

Misteriosa luna azul,
curiosidad engreída,
arco iris de palabras,
pedacito de mi vida.
Unos versos que en silencio
forman una voz querida.
Una pluma de los mares,
una Jane desconocida.
En la tacita de plata
la perla más exhibida,
de largos cabellos negros
donde un rostro blanco anida.
Tanto eres para mí
que te imagino mentira,
lejana ilusión errante
pero deseada niña.

Yo te he buscado

THE PATH _ there's something on my mind - {author}

Yo te he buscado
entre las rocas de un imposible,
ante los muros de un monte enhiesto
que se acrecienta con cada paso.
Yo te he buscado
entre los humos de un rato libre,
ante las pocas gracias del lento
adiós del ágil labio encarnado.
Yo te he buscado
entre el rechazo y la agonía,
ante la espalda que aquel instante
volviste a un rostro enamorado.
Yo te he buscado
entre las noches y entre los días,
ante el deseo que se equivale
con el amor más fiel y franco.
Yo te he buscado
Yo te he anhelado
Yo te he sentido ante mis labios.
Yo te he querido,
yo te he vestido,
yo te he cubierto de regalos.
Tú te has marchado,
tú te has cansado
de un loco atento enamorado.
Tú te has rehecho,
tú te has deshecho
de una memoria que nada importa.

Iraultza Askerria

Querida lluvia

horizontes - manuel holgado

Incesante lluvia derramada de los tejados del mundo. ¿Dónde estás? ¿Dónde te escondes? ¿A dónde fuiste?

Llueve ahora, te lo ruego. Bendíceme con tus gélidos cristales. Quiero sentirte sobre mi rostro, como una mano redentora, como un pañuelo que limpia pecados. Mas miro al cielo y no te veo; tan azul como la soledad, tan celeste como la burla de un Dios.

Regresa a este mundo, por favor, te necesito en mi alma. Vuelve a derramarte, a mojarme, a humedecer la tierra seca y árida de mi alma desconsolada. Quiero verte llover sobre mi cara y que tus gotas limpien las lágrimas de mis ojos enamorados.

Ven a mí. Lluvia querida. Lluvia amada.

Iraultza Askerria

Una idea excitante

Kumbia Queers - Montecruz FotoA nadie en toda la estancia le importaba la audición del guitarrista, con excepción de a Eva, la cual se había hecho con la idea de acostarse con él, una idea que se acrecentaba con cada mirada. No le quitaba el ojo de encima, y no se lo quitaría mientras el cuerpo del hombre no estuviese impregnado de su mortal sangre.

No sabía exactamente qué cualidad física le atraía tanto de aquel músico, tal vez sus membrudos brazos que no dejaban de tañer la guitarra, o quizá, ese fulgor expresivo que descollaba de sus pupilas. Ignoraba por qué poseía unas ganas inmensas de hacer el amor con él sabiendo que podía juguetear sin embarazo con cualquier camarero del local. Siendo pariente de quien era, Eva podía consumar todos sus caprichos, llevando a la cama a alguno de los empleados o, si lo quisiese, a todos ellos. Sin embargo, se sentía cautivada por la presencia del guitarrista.

Nadie le aseguraba que lograría acostarse con aquel hombre, y esa posibilidad de fracaso la excitaba. Quería flirtear con él sentada en la barra del bar, sintiendo la intriga y la ilusión, las punzadas de astucia y los intentos de galanteo. Tenía que seducirlo, algo que le causaba un morbo orgásmico, un éxtasis excepcional.

Extracto de Sexo, drogas y violencia, de Iraultza Askerria

Tu figura

Sasha - Santiago TrussoContinuamente veía tu figura paseándose de un lado a otro de la oficina. Tu presencia me causaba temor y sobresalto, la insinuación de tu perfil me turbaba. De vez en cuando, escuchaba tu tierna sonrisa derramarse en la atmósfera del recinto, donde ni un sinfín de timbres telefónicos o gritos a subordinados podía sofocar el sonido de tu melodía. En esos momentos, yo cerraba los ojos, me enclaustraba dentro de tu voz y me dejaba llevar al filo de la utopía, al acecho de tu sonrisa. Luego abría los ojos, intentando encontrarte al otro lado de mi mesa o en el recodo del pasillo. Aquel pantalón tan ceñido de color crema, aquella camiseta negra que caía holgadamente sobre tus pechos y aquel cabello recién lavado que olía a champú impidieron que durante toda la jornada pudiese teclear algo productivo en el ordenador.

Sin embargo, fue más fecundo que todo un año: escribí diez sonetos, lloré un millar de lágrimas y me percaté de que seguía locamente enamorado de ti.

Iraultza Askerria

Enamorado

20090618-40D-01132 - Dan Foy

Estoy enamorado. Muy enamorado. ¡Y qué nadie me diga que el amor no existe! Pues estoy dispuesto a descargar toda mi furia contra tales ignorantes y necios… A ellos les digo, a quienes reniegan del amor, que yerran, que están equivocados, que ignoran los entresijos de la vida, ¡qué no saben nada!

Decidme, pues: si no estoy enamorado, ¿por qué me siento tan diferente al resto del mundo? Tan marginado de su sociedad, tan… superior, como si fuese el hijo de Dios en las profundidades del infierno o el retoño de Satán en las inmensidades del cielo. ¿Por qué mi alma se tambalea ante el mero estremecimiento de sus tiernos labios? ¿Por qué su voz me embriaga al resonar su eco a mi alrededor? ¿Por qué su sonrisa de flor me cautiva, tornándome rehén de su voluntad? ¿Por qué la comparo con todas las mujeres que veo y me digo que es la más hermosa de las hijas de Venus…?

Extracto de Rayo de luna, de Iraultza Askerria