Un cadáver sonriente

El entrañable cadaver - Ferran JordàSoltó un gemido cuando reconoció el rostro del hombre que yacía en mitad del bosque, cubierto de sangre seca y con una bala incrustada en el abdomen. Las escasas hojas que intentaban vanamente cubrir el fiambre mostraban unos ojos abiertos de par en par, colmados de lujuria y sadismo.

El cadáver de aquel asesino metódico y sagaz parecía un espíritu endiablado sin compañía. De los párpados abiertos se derramaba una chispa de felicidad, reforzada por la sonrisa imborrable de una boca insensible. Parecía que su rostro se deleitaba con la muerte, incluso con su propia muerte. Pero ya no podría deleitarse con nada.

Después de haber hecho el amor con una hermosa mujer y después de haber asesinado a una hermosa mujer, su noche se había terminado.

Para siempre.

Extracto de Sexo, drogas y violencia, de Iraultza Askerria