La casa en llamas

El fuego envolvía por completo la casa abandonada.Llama votiva - Norberto Kolus

Trepaban las llamaradas por los altos muros, como serpientes vivas y rojas que se arrastraban zigzagueando por la superficie pétrea. Los bomberos y vecinos agolpados a las puertas del edificio convivían en temor y sobresalto. Los primeros intentaban vanamente extinguir el humor violento. Los segundos contemplaban con expectación y asombro como el monumento histórico de su pueblo, una construcción renacentista que había sobrevivido a guerras, huracanes y terremotos, era invadida y saqueada por los demonios alados de un inclemente fuego.

Tardaron más de tres horas en extinguirlo. Apenas lo hubieron logrado, la oscuridad de la noche se cernió sobre los presentes, que advertían, agónicos y dolidos, como la historia de la localidad se derrumbaba ante el poder del caos.

Sin embargo, el desastre no terminó ahí: unos minutos después un bombero salió por la puerta desvencijada del edificio con un bulto entre los brazos. Se trataba del cuerpo carbonizado de un hombre.

Pero lo peor no era eso.

Lo peor era que tenía un cuchillo clavado en el pecho.

Iraultza Askerria