Al campo

Tardes de campo entre Caldas y Tolima-Ana Garcia

Tierra abierta al estío campesino
bajo rayos dorados.
Viste la flor de trigo mi camino,
puente de faustos hados.
Cantan los pajaritos, el molino
trae cantos de arpados.
Pétalos, néctar, litros de buen vino
cubren labios regados..
El tiempo ora invernal
de mi ciudad ahogada
me recuerda el final
de aquella era pasada;
evolución fatal
que agota mi balada.

Iraultza Askerria

La lluvia negra

Photo - {author}El agua, como siempre, caía negra del cielo, formando opacas sombras que se estampaban contra la ciudad. En esos instantes, aunque fuese mediodía, el firmamento parecía de noche, sin un resto de sol que pudiera atravesar las brunas nubes.

Por suerte, cuando la tormenta negra llegaba, los ciudadanos ya estaban listos para enfrentarse a ella.

Se cobijaban bajo sus paraguas pálidos, cuyas varillas resplandecían como perlas. Se vestían entonces los chubasqueros de finos hilos de nácar para poder destacar bajo el firmamento de agua negra. Como colofón, los vehículos encendían sus luces de posición, tintando el automóvil de un aura pura como la nieve.

De esta forma, cuando acontecía la lluvia negra, toda la ciudad se engalanaba de blanco y parecía un estelífero cielo bajo el brumoso firmamento, que se figuraba un planeta corrompido de oscuros sentimientos.

En ese momento, el afán y el compromiso de la gente demostraban que un mundo mejor era posible.

Iraultza Askerria