Eres un lago eterno de frescura.
Sin ahogarme en ti puedo naufragar.
Me llenas, me rodeas como un mar
templado; inmensa y plácida figura.
Me reflejo en tu líquida hermosura,
bálsamo rico, tú puedes curar
del monótono sentido de estar
buscando en esta vida la cordura.
Pero así es suficiente: loco, amante
de un lago sin final, lleno de vida
y que llena la mía con talante.
Lago eterno infinito que en ti quiero
morir, que no me importa si me olvida
el mundo mientras dentro tuyo muero.