Belleza de largos tendidos al son del viento, al sol violento, al sonar de los muslos frotándose. Tú y yo como gelatina, acaparando hoteles y dormitorios, desvistiendo colchones y humedeciendo bañeras. En los montes y en los mares, comernos la corteza mientras intercambiamos saliva. El olé de los orgasmos y el quétal apremiado por el descanso. La suerte de tenerte en el fondo de todos los átomos. Mi carga eléctrica, mi positrón y mi quark enamorado. Eternidad.
Ago272019