Sobre el significado del amor

propio amor - !unite

Ojalá pudiésemos dormir los dos juntos, perdidos en un bosque de hadas y fantasías, en el sueño de una noche de verano.

¡Qué grandes fueron los poetas, los literatos y los dramaturgos de las lejanas épocas! Sus murmullos escritos aún resplandecen en nuestra percepción nutridos por la tinta inagotable y eterna que es el arte, ¡el gran arte!

Sin embargo, a pesar de la magnificencia de tales difuntos individuos y de la nobleza de sus obras consagradas sobre el amor, ninguno de ellos supo definir nunca tan ardiente sentimiento o, si lo supo, nunca pudo encontrar las palabras adecuadas para definirlo.

Yo creo que “te quiero” son las únicas palabras que pueden desplegar una sombra veraz sobre el significado del amor.

Extracto de Rayo de luna, de Iraultza Askerria

Una idea excitante

Kumbia Queers - Montecruz FotoA nadie en toda la estancia le importaba la audición del guitarrista, con excepción de a Eva, la cual se había hecho con la idea de acostarse con él, una idea que se acrecentaba con cada mirada. No le quitaba el ojo de encima, y no se lo quitaría mientras el cuerpo del hombre no estuviese impregnado de su mortal sangre.

No sabía exactamente qué cualidad física le atraía tanto de aquel músico, tal vez sus membrudos brazos que no dejaban de tañer la guitarra, o quizá, ese fulgor expresivo que descollaba de sus pupilas. Ignoraba por qué poseía unas ganas inmensas de hacer el amor con él sabiendo que podía juguetear sin embarazo con cualquier camarero del local. Siendo pariente de quien era, Eva podía consumar todos sus caprichos, llevando a la cama a alguno de los empleados o, si lo quisiese, a todos ellos. Sin embargo, se sentía cautivada por la presencia del guitarrista.

Nadie le aseguraba que lograría acostarse con aquel hombre, y esa posibilidad de fracaso la excitaba. Quería flirtear con él sentada en la barra del bar, sintiendo la intriga y la ilusión, las punzadas de astucia y los intentos de galanteo. Tenía que seducirlo, algo que le causaba un morbo orgásmico, un éxtasis excepcional.

Extracto de Sexo, drogas y violencia, de Iraultza Askerria

Los primeros proletarios

«¡Proletarios de todos los países, uníos!»

El 1º de Mayo se recuerda a los martires de Chicago - rafa59(II)

Con esta frase se convertía en leyenda el Manifiesto del Partido Comunista, obra del filósofo Karl Heinrich Marx y Friedrich Engels y una de las proclamas más influyentes de la historia. Esta consigna de origen alemán sigue siendo uno de los lemas más representativos del comunismo internacional a pesar de sus más de 150 años de vigencia. Pero pese a su relativa modernidad y el merecido protagonismo que recibió el proletariado a partir de entonces, lo cierto es que el proletario existía desde hacía dos milenios.

¿Qué es el proletariado?

No obstante, antes de adentrarnos en el origen de esta interesante palabra, vamos a definir correctamente el término moderno de proletario. Así, un proletario es un integrante de la clase obrera (proletariado). Para sobrevivir, este miembro del estamento inferior tiene que vender su esfuerzo laboral a la burguesía y al capitalismo, quienes poseen los medios de producción, medios de los que carece el proletario.

El Diccionario de la Real Academia Española resume esta idea en su primera acepción:

1. adj. Perteneciente o relativo a la clase obrera.

Veamos a continuación el origen del vocablo.

El proletario en el latín

El proletario proviene de la palabra latina proletarĭus. El término está muy relacionado con prole, un sustantivo latino que hace referencia a la descendencia o linaje de alguien, es decir, los hijos nacidos del proletario.

La historia nos cuenta que en tiempos de la Antigua Roma, el proletario era un ciudadano romano que carecía de propiedades y, por tanto, no podía ofrecer ningún servicio al Estado, salvo uno: engendrar hijos.

Así pues, para la nación romana este pobre individuo solo servía para concebir descendientes, creando una extensa prole que pudiera más tarde alistarse en las siempre insuficientes legiones romanas. Tal era la pobreza de los proletarii que ni siquiera podían pagar impuestos sobre la propiedad o realizar el servicio militar, al contrario que sus descendientes, aunque esto último cambiaría con las reformas de Cayo Mario de 107 a. C..

Muy relacionada con la prole y la funcionalidad del proletario está el verbo proliferar: “Multiplicarse abundantemente”. Con todo, se ha expuesto con claridad el verdadero significado del proletario: un miembro de la más baja ralea que sólo servía para reproducirse y engrosar los ejércitos de la Antigua Roma.

El símil comunista

En la teoría marxista se retoma el significado del proletario como referencia a aquel individuo de la clase social más baja, que igual que el ciudadano latino, carece de propiedades o medios de producción. El proletario antiguo aportaba sus hijos al estado y el proletario contemporáneo su fuerza de trabajo para sobrevivir, además de sus hijos que difícilmente saldrían de la miseria.

Aquí terminamos este breve artículo etimológico intentando explicar el significado real del proletario, “el que cría hijos”, y testificar que desde el Imperio Romano hasta los tiempos actuales, el proletario sigue siendo el miembro de la clase social inferior, empleado por el estado para recibir de él su esfuerzo, sus impuestos y, como no, su descendencia.

 

Iraultza Askerria

La métrica de Venus y Darío

In space, no one can hear you scream - Carl JonesEn este blog, ya hemos hablado más de una vez del genial poeta nicaragüense Rubén Darío, el embajador del modernismo. Incluso nos atrevimos a adentrarnos en su más famoso libro Azul, inmortalizando algunas de sus citas sin pedir permiso al encomiable autor. En esta ocasión, volveremos a sumergirnos en esta obra para tratar de esclarecer la singular métrica de un soneto titulado Venus.

Se trata de una poesía de Rubén Darío que uno lee dubitativo y termina devorándola enamorado. Ese poema es sentimiento, es acción, es recuerdo y pasión. Es un relato en verso y un diálogo con el alma del poeta. Es casi una obra de teatro comprimida en versos heptadecasílabos, métrica que se aleja del estándar de los sonetos.

Empieza así:

En la tranquila noche, mis nostalgias amargas sufría.

Este nicaragüense ratificó el verso alejandrino como un emblema del modernismo y se destacó magistralmente en su empleo. Recordemos que el verso alejandrino consta de catorce sílabas, separadas en dos hemistiquios independientes de siete. Si el lector observa la métrica del verso anterior, notará que no se tratá de un endecasílabo, ni tan siquiera de un alejandrino. ¡Se trata de un verso de diecisiete sílabas!

Veamos el segundo verso:

En busca de quietud bajé al fresco y callado jardín.

Si enumeramos las sílabas estrictamente, nos encontramos con un total de dieciséis, contando la sinalefa incluida entre las palabras “bajé” y “al”. No obstante, el verso es en realidad heptadecasílabo, ya que debemos asimilar y diferenciar dos hemistiquios, existiendo una cesura entre las palabras “quietud” y “bajé”.

Por ello, el verso se divide en dos partes: “en busca de quietud”, siete sílabas puesto que es de terminación aguda, y “bajé al fresco y callado jardín”, de diez sílabas por la misma razón. Ambos hemistiquios repiten la métrica del verso inicial: diecisiete sílabas.

Igualmente, consideremos el último verso del primer cuarteto:

como incrustado en ébano un dorado y divino jazmín.

Si contamos las sílabas de este verso respetando una supuesta sinalefa entre las palabras “ébano” y “un”, alcanzamos la cifra de diecisiete sílabas (métrica que se repite durante todo el soneto). A pesar de esta coincidencia, debemos distinguir el verso como dos hemistiquios separados entre la palabra “ébano” y “un”. Por tanto, no existe sinalefa. El primer hemistiquio de ocho sílabas “co-moin-crus-ta-doen-é-ba-no”, se reduce a siete por la postrera palabra esdrújula. El segundo hemistiquio, de diez sílabas gracias al acento agudo final, completa este verso heptadecasílabo.

Podríamos examinar todo el soneto y comprobaríamos que todos los versos respetan la misma métrica. Algunos hemistiquios juegan con palabras esdrújulas, otros son oxítonos. Todos ellos terminan sumando, de una u otra manera, diecisiete sílabas. Un poema compuesto por catorce versos heptadecasílabos.

Los versos heptadecasílabos que introdujo Rubén no son sólo innovadores, sino una demostración de la capacidad creativa, rítmica y melódica de su autor. En este soneto, los acentos de cada verso galopan al unísono sin dejar atrás al compañero anterior o posterior. Son una caballería bien entrenada bajo los jinetes de las palabras.

Venus es para mí un soneto inolvidable, cálido y hermoso, que recomiendo leer y estudiar hasta empaparse uno de la grandeza de Ruben Darío.

Iraultza Askerria

Nominación a los Premios Versatile Blogger

versatile-bloggerÚltimamente, el exceso de trabajo me está impidiendo entrar en contacto con otros apasionados literatos de la blogósfera. El tiempo escasea y apenas unos minutos restan para dibujar una sonrisa ante las entradas más intensas y variopintas de los muchos artistas que pululan por Internet. No quiero parecer falsamente halagador, porque en verdad, pienso que todas aquellas personas que erigen una bitácora con esfuerzo, dedicación y constancia bien merecen definirse así: artistas.

Esta entrada sirve para acordarme de mis seguidores y a quienes sigo. La excusa es la doble dominación que recibí este mes al Premio Versatile Blogger. La primera nominación llegó desde el blog de Salvela, que amontona un contenido verdaderamente versátil, a fecha de 1 de mayo de 2014, momento en el que había desconectado merced a unas irresistibles vacaciones. La segunda fue entregada por Julie Sopetrán, autora de la bitácora El tiempo habitado, un sitio que deberían visitar todos los amantes de la poesía.

Agradecer a ambos blogers la nominación así como el impulso que dan a mi bitácora entre sus visitas y comentarios. Muchas gracias de corazón.

Ahora toca hablar un poco de los premios Versatile Blogger, que buscan la difusión del contenido dando a conocer a blogs y blogueros. Por eso, es hora de propagar estos galardones con mis propios nominados. Ahí van:

Comenzaré por el sitio web Ecos de la distancia, idóneo para conocer nuevas vertientes literarias, libros y autores; siguo con Cuentos de amor y sexo, que destaca por su prosa exquisita. Me acuerdo también de El artista que no está frustrado, lugar en el que se compagina ilustración, arte y relatos; de Lucía Bolívar, donde la prosa y la poesía van de la mano entre entradas reflexivas y metafóricas; Palabras Comunes, Narraciones y cuentos y Pluma Salvaje. En la poesía, recomendar los sonetos de El sonetero y la metafórica pornografía de Pornosonetos. Por supuesto, no puedo olvidarme del impecable sitio web de Juan V. Romero, consagrado a la lingüística y a los dobletes léxicos: Las dos vidas de las palabras.

Finalmente, los Premios Versatile Blogger exigen que cuente siete cosas sobre mí. Mucho habré contado ya en las páginas de este blog, pero comenzaré diciendo que disfruto amontonando libros en las estanterías de mi casa, especialmente, libros viejos y usados por su característico olor. Pese a todo, no soy una persona especialmente materialista. Quizá por ello no necesito mucho para vivir y ser feliz, aunque lo que requiero tiende a ser grande y vital. Asimismo, además de la literatura, soy un apasionado tanto de la historia como de los misterios de la ciencia; posiblemente la culpa sea del irrepetible Isaac Asimov.

Aquí termino esta entrada de agradecimiento a todos los seguidores de este blog y, también, a quienes han depositado la confianza en mí como escritor y redactor de artículos. Muchísimas gracias a todos los que leáis estas líneas.

Tu figura

Sasha - Santiago TrussoContinuamente veía tu figura paseándose de un lado a otro de la oficina. Tu presencia me causaba temor y sobresalto, la insinuación de tu perfil me turbaba. De vez en cuando, escuchaba tu tierna sonrisa derramarse en la atmósfera del recinto, donde ni un sinfín de timbres telefónicos o gritos a subordinados podía sofocar el sonido de tu melodía. En esos momentos, yo cerraba los ojos, me enclaustraba dentro de tu voz y me dejaba llevar al filo de la utopía, al acecho de tu sonrisa. Luego abría los ojos, intentando encontrarte al otro lado de mi mesa o en el recodo del pasillo. Aquel pantalón tan ceñido de color crema, aquella camiseta negra que caía holgadamente sobre tus pechos y aquel cabello recién lavado que olía a champú impidieron que durante toda la jornada pudiese teclear algo productivo en el ordenador.

Sin embargo, fue más fecundo que todo un año: escribí diez sonetos, lloré un millar de lágrimas y me percaté de que seguía locamente enamorado de ti.

Iraultza Askerria

Breve biografía de Esquilo

esquilo

De los tres poetas trágicos, Esquilo es el más antiguo de ellos. Se sabe que nació en el año 525 a. C. en Eleusis, ciudad situada a apenas 20 kilómetros de Atenas, en el seno de una familia noble de dramaturgos.

A pesar de que se dedicó a la poesía desde muy joven, no obtuvo su primera victoria en composición dramática hasta el año 484 a. C., cuando frisaba los cuarenta años. El número de ocasiones en que Esquilo se hizo con el primer premio es discutido, si bien algunos autores sitúan la cifra en trece, otros la elevan hasta las veintiocho victorias. Lo que es cierto es que de sus siete obras conservadas en la actualidad, seis fueron merecedoras del premio.

La genialidad de Esquilo queda defendida por el hecho de que, ya fallecido, sus obras siguieron presentándose en los certámenes trágicos, de la mano de su hijo Euforión. Su primogénito logró el primer premio en cuatro ocasiones presentando las obras de Esquilo. Aunque los jueces no permitían que las obras de los difuntos se repusieran en el certamen, con Esquilo hicieron una excepción, lo que atestigua la fe que Grecia tenía en él.

El grueso de su composición asciende a unas ochenta obras, si bien el número no ha podido ser corroborado aún y podría ser incluso mayor. Desgraciadamente, tenemos que contentarnos con apenas siete obras completas y otros tantos fragmentos.

Al igual que su legado trágico, la vida de Esquilo está salpicada de anécdotas muy interesantes. No en vano, tuvo la suerte de vivir en uno de los períodos mas trascendentales de Atenas, lo que dejó una importante huella en sus composiciones, tal y como veremos a continuación.

Esquilo sufrió la tiranía de Hipias, quien fue derrocado entorno al año 510 cuando el poeta era un adolescente. Con el ascenso de los partidarios del sistema democrático, se iniciaron movimientos sociales, reformas políticas y la desarticulación de antiguos grupos tribales que abusaban del poder. El objetivo final era promover la participación ciudadana en las instituciones.

Sin duda, Esquilo creía ciegamente en este sistema político, tan ecuánime y justo, lo cual se dejó sentir en la tragedia Las Euménides (458 a. C.), donde el consejo de Atenas simboliza la garantía de la justicia, el orden y el derecho. Si bien Esquilo vivió cuando ya la tiranía dejaba paso a la democracia, las competencias de una y otra siguieron enfrentadas durante varias décadas.

Muy importante es la participación militar de Esquilo, entre la década del 490 a. C. y 480 a. C., que coincidió con las aspiraciones expansionistas de los persas. Se sabe que participó en la popular Batalla de Maratón y en la Batalla de Salamina, que concluyeron en una victoria decisiva para el contingente griego. De las experiencias vividas en estas confrontaciones, Esquilo gestó la tragedia Los persas en el año 472 a. C..

No quedaba mucho, apenas cuatro años, para que Esquilo y Sófocles se enfrentaran en un concurso dramático que aupó al segundo por encima del primero. Posiblemente, esto significó el declive profesional de este enorme artista, que comenzó a frecuentar Siracusa y murió en la ciudad siciliana de Gela en el año 456 a. C..

Esquilo fue un poeta amante de ligar sus obras en trilogías, componiendo así una idea completa que podía independizarse en otros tantos conceptos. También destaca en él la trascendencia del desarrollo de la historia y los escenarios, minimizando la importancia de los personajes. Esto hace comprender la creatividad de Esquilo, experto en aprovechar las filigranas visuales de la escena.

En sus temas se encuentran varios elementos fundamentales, como puede ser la ideología política, ya mencionada anteriormente, o el dolor humano como eje central del guión que conduce al protagonista hacia el conocimiento, protagonista que, en multitud de ocasiones, hereda la culpabilidad de sus ancestros, convirtiéndolo en un personaje inocente que, sin embargo, sufre.

Aquí finalizamos esta breve biografía de Esquilo, habiendo querido introducir a este personaje clásico, tan importante en la literatura, gracias a obras tan descomunales como Agamenón o Los siete contra Tebas.

Iraultza Askerria

Sin aliento

Calla! - ShivenisLos brazos proseguían oprimiendo la garganta de la mujer con una malevolencia mecánica.

Escuchó los jadeos sordos de aquella infeliz, una combinación de mortal resuello y tos repentina. Los ojos comenzaban a postrarse ante las tinieblas mientras las piernas se tornaban dóciles ante las secretas caricias de la muerte. Al final, incluso la sangre que manaba bajo su cuello se hizo más pesada y viscosa, más lenta; achicadas como estaban las venas y las arterias.

Tras unos minutos de intensa agonía, la mujer se quedó completamente inmóvil, con los ojos desorbitados y los labios entreabiertos, con un gesto de horror en el rostro que jamás se borraría.

Extracto de Sexo, drogas y violencia, de Iraultza Askerria

Las obras de Esquilo, Sófocles y Eurípides

Parthenon - . SantiMB .

Los nombres de Esquilo, Sófocles y Eurípides, también el de sus obras, se han venido archivando a lo largo de la tradición occidental, desde el siglo V a. C. hasta nuestros días. Por desgracia, el grueso de sus composiciones no se conserva y tan sólo han sobrevivido algunos pocos manuscritos medievales donde se incluyen las siete tragedias de Esquilo, las siete tragedias de Sófocles y las diecinueve obras de Eurípides.

Se trata de una recopilación de treinta y tres obras de la Antigua Grecia, germen de lo que fue el teatro antes de nuestra era, cuya cifra, aunque pueda ser considerable, no es más que un vestigio de cuanto escribieron los poetas trágicos. Gracias a las citas de los tragediógrafos contemporáneos de Esquilo, Sófocles y Eurípides, así como a los fragmentos que han sobrevivido de los mismos, podemos hacernos una idea de las muchas composiciones que el tiempo y el olvido le han robado al arte.

Sea como fuere, son muchas las obras irrecuperables de estos tres dramaturgos clásicos, pero por suerte, las que han perdurado permiten comprender, de primera mano, el teatro de la Antigua Grecia y la trascendencia de estos tres personajes.

Resumiendo, el estudio de Esquilo, Sófocles y Eurípides se limita a las treinta y tres obras conservadas por los manuscritos medievales, en ediciones impresas a partir del siglo XV. Las obras pueden enumerarse siguiendo la fecha de composición, que en ocasiones es confusa, aunque todas ellas fueron escritas en el siglo V a. C.. Aprovecho la ocasión para incluir un enlace a cada obra.

Del listado anterior se puede extraer que Esquilo era el más veterano de los tres dramaturgos, seguido por Sófocles y por Eurípides. Aunque éste último era el más joven, murió a la vez que Sófocles, en el año 406 a. C..

Sin embargo, dado que estas treinta y tres composiciones responden, en mayor o menor medida, a los mitos clásicos de Grecia, también es posible estructurarlos de acuerdo al suceso cronológico que narran, de tal forma que se simplifica la posibilidad de estudiar estas leyendas. La mayoría de estos temas corresponden a varias sagas, como el ciclo troyano o el ciclo ático-tebano, o sigue las aventuras y desventuras de determinada estirpe noble, como es el caso de los hijos de Agamenón. No obstante, en caso de querer numerar todas estas obras de teatro siguiendo el orden temporal de los acontecimientos que narran, quedaría así:

  • Esquilo (458?) – Prometeo encadenado
  • Eurípides (413-412) – Ion
  • Esquilo (463) – Las suplicantes
  • Eurípides (406) – Las bacantes
  • Eurípides (431) – Medea
  • Eurípides (428) – Hipólito
  • Sófocles (430-424) – Edipo Rey
  • Sófocles (401) – Edipo en Colono
  • Esquilo (467) – Los siete contra Tebas
  • Eurípides (411) – Las fenicias
  • Sófocles (442) – Antígona
  • Eurípides (423) – Las suplicantes
  • Eurípides (438) – Alcestis
  • Eurípides (414) – Heracles
  • Sófocles (442?<) – Las traquinias
  • Eurípides (430-427) – Los Heraclidas
  • Eurípides (406>) – Ifigenia en Áulide
  • Eurípides (440<?) – Reso
  • Sófocles (450?) – Ayax
  • Sófocles (409) – Filoctetes
  • Eurípides (415) – Las troyanas
  • Eurípides (424) – Hécuba
  • Eurípides (413) – El cíclope
  • Esquilo (458) – Agamenón
  • Esquilo (458) – Las coéforas
  • Sófocles (415?) – Electra
  • Eurípides (417-413) – Electra
  • Eurípides (412) – Helena
  • Eurípides (408) – Orestes
  • Esquilo (458) – Las euménides
  • Eurípides (414) – Ifigenia entre los tauros
  • Eurípides (425) – Andrómaca
  • Esquilo (472) – Los persas

La única obra de teatro con tema histórico que se conserva es esta última: Los persas, de Esquilo. El resto de las tragedias están repletas de personajes míticos, formando un largo repertorio de leyendas, donde ganan por mayoría las dedicadas al ciclo troyano, ocupando la mitad del total. Avanzaremos en estas obras en los próximos capítulos, donde hablaremos también del teatro de la Antigua Grecia y de sus tres máximo exponentes: Esquilo, Sófocles y Eurípides.

Iraultza Askerria