Disfruto del recuerdo; de las líneas del pasado que se esbozan tras mis ojos dibujadas por los lápices del más expresivo y preciso pintor. Evoco sus labios, chicos como una perla, que pese a su pequeñez, resplandecen más que el más grande diamante. Y más feliz me siento, a más recordar las noches que se nutrió entre mis brazos, bebiendo de mi piel, sorbiendo de mi boca, comiendo de mis latidos. Mas el recuerdo… es nostalgia, añoranza, menos felicidad.
Te miro. Te envidio. Te odio. Te recuerdo con ella, junto a ella, y siento que eres la daga de la traición.
Una lágrima se derrama desde mis ojos.
Yo la amaba, yo la he amado más que cualquiera, yo me he rendido a sus encantos ofreciéndole el sacrificio de los míos, yo la he adorado como a una deidad, la he amparado como a un frágil tesoro…, y tú me la arrebataste, aun cuando no era mía.
Extracto de Rayo de luna, de Iraultza Askerria
Mar172013
Es magnífico este pasaje, desgarrador. Me recuerda las evocaciones del romanticismo. Muy bueno.
Hola Rosana. Te agradezco mucho el comentario. Efectivamente, me han influenciado mucho los autores románticos. Gracias de nuevo.
Siempre un placer. volveré para leerte siempre que pueda (será con frecuencia). encantada