Mira niña su espalda
que parece una cresta,
sin soberbia de gallo,
con recuerdos que pesan.
que parece una cresta,
sin soberbia de gallo,
con recuerdos que pesan.
Mira niña su frente
de arrugones cubierta
y manchones oscuros
de hojarasca reseca.
de arrugones cubierta
y manchones oscuros
de hojarasca reseca.
Mira niña sus labios
desgajados por pena,
pálidos como el hielo
que ni los mares besa.
desgajados por pena,
pálidos como el hielo
que ni los mares besa.
Mira niña sus manos
que parecen de cera,
débiles y cansadas,
sin apenas ya fuerza.
que parecen de cera,
débiles y cansadas,
sin apenas ya fuerza.
Mira niña sus ojos
que cenizas revelan,
cueva negra y perdida
en su loca cabeza.
que cenizas revelan,
cueva negra y perdida
en su loca cabeza.
Abre niña los ojos
a quien por ti lamenta
y llora un poco, ¡un poco!,
por su eterna condena.
a quien por ti lamenta
y llora un poco, ¡un poco!,
por su eterna condena.
¡Contenido extra!
Siempre he tenido la duda de escribir poesía asonante o consonante, rima popular o más culta. De los sonetos de Quevedo a los versos de Bécquer. Nunca he despreciado ninguno de estos géneros, sin recapacitar mucho en las exigencias del lector. Por eso, me gustaría preguntarte que poesía te gusta más: ¿la asonante o la consonante? ¿Y por qué?
Si algún lector quiere responder a esta cuestión, estaré encantado de recibirle en mi dirección de correo. Como siempre, ¡gracias!
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Me encanta, escribes muy bonito, espero un día llegar a ser así de bueno, y escribir así de lindo como tú. Un saludo.
Muchas gracias por el comentario. Te animo a escribir todos los días y de seguro que todo lo que escribas será digno de leer.
Gracias,
De nada, tienes mucho talento, y gracias por los ánimos :), un saludo.